Terapia con caballos

La terapia con caballos te ayuda a ver físicamente, desde la realidad, cuál es la actitud ante la vida que te impide lograr lo que te propones.

Durante la sesión se crea un escenario en el que puedes ver con claridad cuál es el conflicto interno que te impide avanzar. El caballo te muestra de una manera clara, como un espejo amplificado, como actúas en diferentes ámbitos de tu vida: durante la sesión se pone de manifiesto cómo te relacionas con el caballo, y por ende, con todas las relaciones de tu vida. Se evidencia tu forma de crear binomios, con otras personas y contigo mismo, entre tu cuerpo y tu mente.

A partir de esta toma de conciencia, te ayudamos a traspasar los miedos, obstáculos, creencias limitantes y memorias corporales que bloquean el cambio.

Una vez aprendes a gestionar lo que te pasa con el caballo, puedes exportar este aprendizaje a tu vida diaria, observando y experimentando cambios perdurables en el tiempo que proporcionan una mejor calidad de VIDA.

¿Para qué sirve la terapia con Caballos?

  • Para aquellos casos en que la persona es resistente a la psicoterapia de consulta y no se consiguen los resultados deseados.
  • Para casos en que ya es necesario dejar de hablar y pasar a la acción.
  • Para cuando sabes la teoría pero lo difícil es pasar a la práctica.
  • Para cuando necesitas trabajar con aspectos físicos, pasar al cuerpo el aprendizaje realizado en consulta o incorporar el trabajo físico para alcanzar el equilibro mental.
  • Para niños resistentes que no atienden a razones.
  • Para entender ¿Qué hago yo para que siempre me suceda esto? 
  • Para cuando necesitas un cambio real y definitivo en tu vida

¿A quién va dirigido?

Niños:

  • Potenciar atención y concentración.
  • Mejorar autoestima, seguridad y confianza.
  • Gestionar las emociones: rabia, frustración, miedo…
  • Gestionar conflictos.
  • Sanar los vínculos entre padres e hijos y entre los iguales.
  • Aumentar la capacidad física y mental.

Adultos:

  • Mejorar la Autoestima y la Confianza
  • Tomar conciencia de qué tipo de VÍNCULO establecemos con los demás.
  • Aprender a liderar: equipos, familia y a uno mismo.
  • Mejorar las capacidades físicas e intelectuales
  • Fortalecer la parte pélvica después el parto (en mujeres). Suelo pélvico.
  • Rehabilitación de columna y articulaciones.